“En esencia (en Nicaragua) tiene que haber elecciones libres, transparentes y democráticas, pero también instituciones independientes en el país, el respeto al Estado de Derecho es fundamental”, afirmó el congresista Mario Díaz-Balart, uno de los copatrocinadores del proyecto de Ley Nicaraguan Investment Conditionality H.R.5708, conocido como Nica Act.
El subcomité del Hemisferio Occidental de la Comisión de Relaciones Exteriores del Congreso de Estados Unidos votó el jueves a favor del proyecto de Ley Nicaraguan Investment Conditionality H.R.5708, cuyo objetivo es que Estados Unidos vote en contra de la aprobación de préstamos a Nicaragua, a menos que el gobierno del inconstitucional presidente Daniel Ortega tome medidas para el restablecimiento de la democracia y la realización de elecciones libres, justas y transparentes.
“Hemos visto un deterioro masivo del proceso democrático en Nicaragua, hay un ataque constante a las organizaciones de la sociedad civil, violaciones a los derechos humanos y lo que estamos tratando es ejercer presión para el restablecimiento de la democracia, ayudar al pueblo de Nicaragua. La Ley prohibiría a las instituciones financieras internacionales que aprueben créditos al gobierno de Daniel Ortega”, enfatizó el legislador republicano.
Díaz-Balart dijo que se están enfocando para que la Ley tenga apoyo bipartidista en la Cámara de representantes, “que (los congresistas) conozcan la situación que está viviendo el pueblo bajo el régimen de Daniel Ortega”, apuntó.
El legislador estadounidense sostuvo que Ortega ha dividido y ataca a la oposición. Afirmó además que hay una preocupación latente en los representantes que copatrocinan el proyecto en torno a las elecciones que se avecinan en Nicaragua, tomando en cuenta las condiciones en las que se realiza el proceso electoral y los anteriores fraudes electorales, eso, a su juicio, hace imposible un proceso electoral transparente.
“Para que unas elecciones sean democráticas tienen que ser basadas en reglas esenciales para la democracia, como la libertad de movimiento, la libertad de prensa, que los partidos políticos puedan participar… Muchos (congresistas) pensamos que Nicaragua se acerca más a una dictadura que a una democracia”, dijo.
A la audiencia en el subcomité del Hemisferio Occidental en la Cámara de Representantes asistió el subsecretario adjunto del Hemisferio Occidental en el Departamento de Estado, Juan González, quien dijo que aunque Nicaragua sigue siendo un socio dispuesto en la lucha contra la migración irregular y el tráfico de drogas, “no hay duda de que desde que asumió el cargo en 2007, el presidente Daniel Ortega ha estado trabajando para transformar el país en un sistema de partido único. Sus actuaciones recientes para restringir elecciones libres y justas y desmantelar las instituciones democráticas, como los partidos políticos independientes, son preocupantes”, enfatizó.
El funcionario expresó que existe preocupación de EE.UU. por las acciones del Gobierno de Nicaragua y el Tribunal Supremo Electoral, que limita el espacio democrático para la realización de las elecciones de noviembre próximo.
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