Joe Morgan, quien logró fusionar dentro de su pequeño marco físico una llamativa cuota de poder y una escalofriante rapidez con su habilidad defensiva y carisma sobre el terreno de juego, hasta convertirse en pieza clave de la Gran Maquinaria Roja de Cincinnati, ha muerto. Tenía 77 años.
Morgan, quien medía 5’7 pies y pesaba 160 libras a inicios de los años sesenta cuando despuntó en las Grandes Ligas, fue dos veces Jugador Más Valioso de la Liga Nacional (1975 y 1976), participó en diez Juegos de Estrellas y se adjudicó cinco Guantes de Oro como intermedista con los Rojos.
Pero sobre todo, Morgan fue factor catalizador en la «Big Red Machine», donde junto a Johnny Bench, Pete Rose, Tony Pérez y George Foster, entre otros, formaron uno de los equipos más dominantes de los años setenta, al ganar dos Series Mundiales, aunque tropezaron en otras dos.
Llegó a ser reconocido como uno de los mejores segundas bases de la historia y tras 22 años en las Ligas Mayores resumió un promedio de .271 con 268 jonrones, 1,650 carreras anotadas y 1,133 impulsadas, mientras se robaba 689 bases, para situarse en el puesto once de todos los tiempos.
Después de su retiro en 1984, Morgan se convirtió en un exitoso analista para la cadena ESPN, en la que trabajó diez años, antes de regresar a los Rojos como consejero especial. Fue ingresado al Salón de la Fama en 1990 y la causa de su muerte fue una condición de polineuropatía, se informó.
Morgan inició su carrera con Houston cuando los Astros aún se llamaban los Colt’s 45, pero en 1972 pasó a los Rojos en un cambio múltiple. En ese primer año bateó .292 y lideró la Liga Nacional con 122 anotadas y 117 bases por bolas. Cincinnati fue a la Serie Mundial y perdió con Oakland.
La etapa cumbre de Morgan llegaría en 1975 cuando fue el Más Valioso de la Liga y su equipo ganó la Serie Mundial. Ese año terminó con .327, 107 anotadas, 94 remolques, 132 bases y 67 robos. También ese año ganó su tercer Guante de Oro en línea.
Al año siguiente repitió como Más Valioso y los Rojos también se llevaron el clásico de otoño. Morgan bateó .320, disparó 27 jonrones, remolcó 111 carreras, anotó 113 y robó 60 bases con 114 boletos. Su bateo en línea fue .320/.444/.576 para un estupendo OPS de 1,020.
En 1980 regresó a los Astros, antes de realizar un tour por los Gigantes, Filis y Atléticos, con quienes se retiró en 1984 a sus 40 años de edad. En su ingreso a Cooperstown, recibió 363 votos de 444 posibles. Ahí se inmortalizó su figura, que ya perduraba en quienes lo vieron brillar.
Morgan es el sexto miembro del Salón de la Fama que fallece este año. Antes lo hicieron Al Kaline, Tom Seaver, Lou Brock, Bob Gibson y Whitey Ford.