
La circulación vehicular por el sector del Gancho de Caminos siempre ha sido comprometido por el comercio que se toma parte de la vía, sin embargo, la situación se ha agravado al mantenerse taxistas estacionados en pleno cruce, sin importarles la afectación provocada, principalmente para los buses que vienen de oeste y giran hacia el sur.
Esto ocurre a vista y paciencia de los oficiales de tránsito que se colocan al sur del Gancho de Caminos, pendientes de las maniobras que realizan los conductores de vehículos particulares para detenerlos y multarlos.
“A menos de cien metros se ponen los policías todos los días pero no le hacen nada a los taxistas y la verdad es que la pasada la complican más”, manifestó un conductor de bus del Transporte Urbano Colectivo (TUC) que circula por la zona y que debe calcular el giro con exactitud para no colisionar.
Los taxistas permanecen estacionados en la vuelta de la gasolinera en busca de clientes y es una fila de no terminar porque conforme uno consigue pasajero, el resto avanza en busca de su turno.
La escena es vista como normal por parte de las personas que laboran en esta parte del Oriental porque el desorden es parte de su día a día y muestra de ello, es que el cruce del Gancho de Caminos se reduce en el día con los puestos de venta de frutas, colchones, barriles, accesorios para celulares y ahora los taxis.

Las autoridades municipales han intentado ordenar el centro de compras pero han fracasado por la anarquía que existe en ese mercado, y además que la Corporación Municipal de Mercados de Managua (Commema) obtiene ingresos por el área ocupada por los comerciantes, sin preocuparse porque afecte la circulación vehicular y peatonal. A la hora de una emergencia, como son los constantes incendios, se volvería difícil la evacuación de los vendedores y compradores y el ingreso de los bomberos.
El caos vial creado en el Gancho de Caminos, se repite en el sector norte del Oriental, exactamente en la zona de la iglesia El Calvario. En este último punto, los taxistas y conductores de vehículos particulares se estacionan en plena vía aprovechando que la municipalidad y Policía descontinuaron el patrullaje con grúa.