
Los nicaragüenses Jonathan Loáisiga, quien parece fijo en el staff de los Yanquis de Nueva York y Cheslor Cuthbert, quien junto a Alex Blandino, Erasmo Ramírez y Juan Carlos Ramírez, pelearán por un lugar en sus respectivos equipos, ya tienen una idea de cuándo podrían volver a jugar.
Este martes, la Asociación de Peloteros del Beisbol de Grandes Ligas (MLBPA) informó a las Ligas Mayores (MLB), que están listos para reportarse a entrenar el 1 de julio próximo, a fin de comenzar la temporada a partir del 24 de ese mismo mes, informaron múltiples fuentes de la industria.
El comisionado de las Grandes Ligas, Rob Manfred, quien está facultado para echar andar la campaña, consultó a los jugadores sobre esas fechas, con el objetivo de imponer un calendario de 60 partidos que debería jugarse en un lapso de 66 días, con los playoffs a partir de octubre.
Superado este proceso y tras la aprobación de los dueños de equipos, el comisionado debe imponer la temporada de un momento a otro, con lo que borraría toda la incertidumbre generada desde el 12 de marzo pasado, cuando la pandemia del Covid19 obligó la suspensión de actividades.
Esto hizo que los jugadores volvieran a sus países de origen. Y en el caso de los nicaragüenses, se han mantenido entrenando por su cuenta, por lo que deben llegar en muy buena forma a los entrenamientos, donde lo que se busca el afinar el trabajo de equipo para competir.
Loáisiga ha lanzado últimamente con el Bóer contra los Dantos en partidos de preparación y ha exhibido una estupenda velocidad, mientras trabaja en otros ámbitos de su pitcheo. Igual pasa con los Ramírez, Blandino y Cheslor, quien entrena en su Corn Island natal.
Hasta el momento, Loáisiga parece el más seguro para comenzar la temporada en el equipo de las Grandes Ligas aunque probablemente como relevista, pero también Blandino y Cheslor tienen una buena oportunidad de ganarse un puesto, lo mismo que Erasmo, quien había lucido muy bien.
A Juan Carlos Ramírez debe haberlo ayudado la pausa para trabajar en su recuperación total y sobre todo para ganar millas en su recta, un factor que le ha impedido volver a ser el tirador dominante que era hasta antes de la cirugía Tommy John que se le practicó.
Una temporada muy breve
Ahora, respecto a la temporada, falta ultimar detalles sobre el protocolo de seguridad y salud que deberá ser implementado una vez que la temporada se ponga en marcha, lo mismo que definir sedes y variantes que tendrá la campaña y la postemporada.
Como será una temporada muy breve en su extensión, va a ser interesante la intensidad con la que jueguen los equipos, conscientes de que un mal arranque puede ser catastrófico, debido a que no habrá mayor espacio para intentar una recuperación.
“Si bien ambas partes (el sindicato y la MLB) acordaron en su última propuesta comenzar los extrainnings con un corredor en la segunda base y tener el reintegro de jugadores, para la postemporada los extrainning volverían a su estado normal”, dijo Bob Nightingale de USA Today.
De igual modo se espera el uso del bateador designado en ambas ligas debido a que se presume que habrá más partidos entre clubes de la misma ciudad pero que están en distintos circuitos, mientras se debate respecto al dinero que se entregará en los playoffs.
Y mientras el posible play ball se acerca de forma inexorable, las Grandes Ligas y la Asociación de Jugadores, deberán lidiar con un nuevo inconveniente y es el repunte que ha tenido el coronavirus en sitios en los cuales parecía estar en una etapa bajo control.
Al menos hasta ayer, se hablaba de unas cincuenta personas entre peloteros y miembros del personal de los equipos, que habían dado positivo ante la prueba del coronavirus, lo que llevó a la MLB, a ordenar el cierre de las instalaciones de entrenamiento.
No obstante, por ahora los inconvenientes más difíciles han sido superados y las Grandes Ligas se alistan para jugar su más corta temporada desde 1878, cuanto también se realizaron 60 partidos en la Liga Nacional, compuesta en ese entonces por seis equipos.
¿Qué harán los nicas en este contexto? Esa es la gran pregunta, cuya respuesta solo nos la podrá dar el tiempo.