Como una mala decisión fue calificada por expertos en temas de educación la suspensión del examen de admisión en la Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua (UNAN-Managua) y la admisión de los bachilleres que tengan como promedio la nota mínima de 60.
“Un estudiante que lleva un promedio de 60, que tiene muy mal promedio, en primer lugar, no debería entrar a la universidad, porque las probabilidades de que ese estudiante fracase son muy altas”, explicó el exministro de Educación, Humberto Belli.
Las autoridades de la UNAN-Managua oficializaron el viernes pasado suprimir el examen de admisión a licenciaturas como Matemáticas, Física, Francés, Informática de Educación en Línea, Pedagogía con Educación en Mención Especial, entre otras carreras, con el fin, según las autoridades de esa casa de estudios, de incentivar a los estudiantes con bajos promedios a estudiar esas carreras universitarias.
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Belli dijo que la admisión casi abierta para estudiantes con una pobreza intelectual más bien promoverá el flujo de “mediocres profesionales” y por otro lado desvaloriza las 22 carreras “abiertas para los estudiantes más mediocres”, los cuales, según Belli, deberían optar a carreras técnicas, dado “que no tienen la vocación” para estudios universitarios.
Más cuestionamientos
“Este Gobierno no tiene una política educativa clara. Es una especie de educación superior que va a la deriva, que no tiene un sistema racional, que le cuesta mucho al país y que no está aportando a su desarrollo. Existe una enorme falta de una política educativa a nivel superior, igual que hace falta una política educativa a nivel secundario”, recomendó Belli.
Por otro lado, Carlos Tünnermann, exrector de la Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua (UNAN), también cuestionó a esa casa de estudios.
“No es correcto suprimir el examen de admisión, que es una política de medir la capacidad intelectual del estudiante que va a iniciar su proceso de formación profesional”, dijo.
Tünnermann aseguró que el país lo que necesita es impulsar una política educativa sin sesgos políticos.
“El proselitismo político en los colegios públicos es violatorio de la Ley Electoral y la Ley de Educación y es una manera de querer manipular la conciencia de los estudiantes”, afirmó.
A juicio de Tünnermann, frente al problema del débil proceso educativo, la clave está en formar mejor a los docentes y mejorar la calidad educativa en general de Nicaragua.
Política educativa a fondo
Las autoridades de la Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua (UNAN-Managua), argumentaron que las 22 licenciaturas y los dos técnicos superiores en los que se suprimió el examen de admisión son carreras necesarias para el desarrollo del país; sin embargo, la demanda es casi nula y que la medida se tomó con el propósito de incrementar el interés de los bachilleres, quienes a partir del próximo año podrán ingresar a la UNAN-Managua con la nota mínima de 60 puntos.
Sin embargo, Carlos Tünnermann señala que no hay quién garantice que esos estudiantes tengan la formación suficiente para rendir en esas carreras en las que se suprimió el examen de admisión, tomando en cuenta que estos tienen un bajo promedio.
“Hay que diseñar una política educativa a fondo, de mediano y largo plazo y mediante un consenso nacional”, reflexionó Tünnermann.
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