España encara en Amsterdam un amistoso ante un rival, Holanda, que ha marcado su historia reciente, al que derrotó en la final del Mundial 2010, ante el que cayó vapuleada en su estreno en el de 2014 y que ahora le brinda la oportunidad de reaccionar en un momento de incertidumbre.
Es el tercer pulso de España ante una Selección grande, tras caer frente a Alemania y Francia.
La política de amistosos de la Selección española cambió tras la debacle de Brasil y ahora el aspecto deportivo se impone al recaudatorio. Si antes se jugaban partidos ante Selecciones de poca entidad que pagaban millones por medirse a la campeona del mundo, ahora se miden fuerzas con las mejores.
Así llegó la derrota en París ante Francia (1-0) y en Vigo frente a la vigente campeona mundial, Alemania (0-1). Tras conquistar el pasado viernes un triunfo clave ante Ucrania para enderezar el camino a la Eurocopa 2016, llega la tercera prueba para la Roja ante una Holanda alejada de la imagen que la condujo al tercer puesto de la última cita mundial.
Holanda está en la historia reciente del futbol español. En el momento que encumbró a la generación de oro, en Johannesburgo, con ese imborrable minuto 116, cuando Andrés Iniesta cumplió el deseado sueño de todos los españoles. La conquista del Mundial 2010 condujo a la Roja a la gloria, a un momento histórico en el que sumó también dos Eurocopas que confirmaron su dominio futbolístico y la reivindicación de un estilo de juego admirado por todos.
Cuatro años después de aquella final, el destino quiso que la reedición del encuentro llegase en el estreno del Mundial 2014 en Brasil. Holanda empujó a España a su fin de ciclo, con una goleada que fue un golpe de realidad (1-5).
Desde entonces Vicente del Bosque busca el rumbo adecuado, sin parar de introducir novedades mientras asienta en el grupo a futbolistas llamados a liderar el proyecto como Koke Resurrección, Isco Alarcón y Álvaro Morata.
DUELO A LAS 12:45 DEL MEDIODÍA
En el escenario donde recibe a España, un Amsterdam Arena que rozará el lleno, el seleccionador holandés, Guus Hiddink, se salvó de su destitución en los últimos compases del partido el pasado sábado, cuando un tanto de Jan Klaas Huntelaar evitó el descalabro frente a Turquía (1-1), en duelo clasificatorio para la Eurocopa del 2016.
Las ausencias de dos de sus tres referentes, Arjen Robben y Robin Van Persie, a punto estuvo de costarle caro a Holanda. Asumió el peso Wesley Sneijder, quien ante España se convertirá en el segundo jugador con más partidos en la Oranje, tras igualar los 111 de Frank de Boer y ya tan solo detrás de los 130 del guardameta Van der Sar.
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